Un párrafo sobre mí

Si mi vida fuera una historia, comenzaría con en el día que mi vida dio un giro de 180 grados. El primero de enero de 2018, en San Diego, fue el primer día que empecé a vivir con mi familia de acogida. Cuando llegué, conocí a mi “host mom” que es colombiana y me hizo conocer mi cuarto que me pareció muy colorida y acogedora. Pero yo lo veía con gran temor, porque tenía 14 años e iba a vivir fuera de mi país, Perú, sin mis padres. Esa noche fue bien difícil, pero no tan complicada como mis clases de inglés del día siguiente donde no había ningún adolecente en aquel momento. Eso me hizo sentir bien solitaria y deprimida, pero con el tiempo me acostumbre. Logré acercarme más a mi “host mom”, lo que me ayudó a aprender inglés más rápido porque corregía mi gramática y pronunciación. Las clases de inglés se volvieron más amigables porque mis compañeros me cuidaban como una hermana, creando buenos recuerdos. Escogí este momento como si fuera el principio de mi historia porque siento que crecí independientemente y mentalmente lo que me ayudó a ser la persona que soy ahora; confiada, sentimental y polímata.